Un verano más, los agentes retiran los enseres destinados a la reserva de espacio físico sin la presencia de los usuarios en las zonas de baño
La Policía Local de Torrox sigue velando por el correcto cumplimiento de la normativa de playas para el uso y disfrute de las playas del municipio ante la temporada de gran afluencia turística. Así, un verano más, los agentes retiran los enseres destinados a la reserva de espacio físico, como sombrillas, sillas o toallas, sin la presencia de los usuarios. Durante el presente mes de agosto, la Policía Local intensifica las acciones informativas en este sentido, recordando que reservar sitio en las playas puede acarrear sanciones. Todo ello con el objetivo principal de lograr un uso generalizado, solidario, cívico y familiar de las zonas de baño a lo largo de la costa. Los agentes comprueban exhaustivamente que estos enseres playeros lleven varias horas sin sus propietarios, por lo que no sanciona a aquellos que se alejan para comer o dar un paseo, entre otras circunstancias parecidas.
Como recoge la normativa municipal, “queda prohibida la reserva de espacio físico en las playas, a cualquier hora del día o de la noche, mediante la colocación en la arena de cualquier tipo de objeto o enseres como sillas, sombrillas, mesas o toldillos sin la presencia física de una persona propietaria”. En la misma normativa aparece que “los objetos que se encuentren de esta forma serán retirados y almacenados por los servicios operativos municipales y permanecerán en las dependencias municipales durante un período máximo de catorce días”. De esta forma, “si transcurrido dicho plazo, no fuesen retirados por las personas propietarias previo pago de la sanción correspondiente de 30 euros, tendrán consideración de residuo y se procederá a su eliminación”.
La Policía Local, por otro lado, también supervisará la restricción establecida y aprobada por el pleno del Ayuntamiento de Torrox y a petición de los propios usuarios de las playas y empresarios del sector, para la instalación descontrolada o desproporcionada de jaimas o estructuras de lona en las playas por parte de los bañistas para facilitar el espacio público común disponible en la arena.